Aunque todos lo deseemos, son pocos los afortunados que pueden disponer de una cocina enorme y espectacular. No obstante, podemos aspirar a que la tuya resulte bonita y funcional. No queremos renunciar a todas las comodidades que podemos tener, pero tampoco deseamos realizar grandes inversiones económicas. Por lo tanto, debemos centrar nuestros esfuerzos en aprovechar al máximo el espacio del que disponemos y no tener que plantearnos realizar obras para ampliarlo.
Probablemente, consideres que esta tarea va a resultar muy compleja. No obstante, no debes desanimarte antes de empezar. Vamos a aportarte una serie de ideas que te puedan facilitar este objetivo.
Para empezar, la distribución de nuestros muebles debe estar perfectamente estudiada. Todas las puertas, cajones y demás aparatos, deben poder abrirse con facilidad. Por lo que debemos prestar atención al diseño y asegurarnos que no van a tropezar entre sí. Además, cuida que no tengas que cerrar unos para poder usar otros.
Recuerda que, en los espacios pequeños, el orden es fundamental. Por este motivo, incluye separadores dentro de tus muebles. De este modo, podrás tener tus utensilios de cocina perfectamente ordenados, tu cubertería lista para ser usada y tus platos preparados para la siguiente comida. Además, debes ser muy prudente en la selección de tus electrodomésticos. Opta por poner solo aquello que realmente necesitas, o busca alguno que te ofrezca dobles funciones. Si eres de los que te gustan comer en la cocina, las mesas plegables son tu opción ideal. De este modo, no nos comeremos el espacio cuando no la estemos utilizando.
Un factor clave para generar una mayor sensación de amplitud en espacios pequeños, es el adecuado uso de la iluminación. Si tienes la suerte de tener una ventana en tu cocina, procura no cubrirla para poder aprovechar al máximo la claridad que entre por ella. En lo que respecta a la iluminación artificial, decántate por luces potentes y claras.
Otro truco que no debes despreciar, es seleccionar electrodomésticos fabricados con acero inoxidable. Este material ofrece la ventaja de reflejar la luz, funcionando como si fuera un espejo. Por tanto, podrás tener otro aliado en tu cocina.