UNA PARED ACRISTALADA ENTRE EL RECIBIDOR Y EL SALÓN
En salones muy amplios directamente integrados en la entrada, es buena idea construir una pared acristalada en la que instalar un mueble de recibidor. Los cristales dejarán ver el salón y permitirán entrar la luz. Además, si quieres optimizar el espacio, puedes usar el otro lado de la pared para colocar, por ejemplo, un aparador.